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BECARIOS PRECARIOS

Últimas Novedades en la Apasionante Vida de Fran Casillas (Ja Ja Ja...)

Últimas Novedades en la Apasionante Vida de Fran Casillas (Ja Ja Ja...)

Señoras y señores, damas y caballeros, becarios precarios en general... ¡Hola!

Hacía muchísimo tiempo que no me ponía delante de la pantalla para escribir una entrada en este blog. De hecho, creo que la última vez que lo hice aún no tenía vello en las axilas. Afortunadamente, el agente Buendía está atento a nuestros déficits de atención para recordarnos que, de vez en cuando, hemos de mantener vivo este foro.

A falta de increíbles aventuras o tórridos romances que narrar, paso a relataros brevemente qué ha sido de mi vida en los últimos tiempos.

Mi vida permaneció en stand by desde Navidad hasta el pasado 16 de febrero, cuando terminé los exámenes. Después tuve una pequeña crisis existencial: me di cuenta de solo me faltan cuatro asignaturas para licenciarme en Derecho. Y luego espero rematar Periodismo en un año más. A partir de ahí, incertidumbre absoluta. No sé por qué, pero siempre me invaden pensamientos apocalípticos en fechas significadas. ¿Qué será de mí? A veces, en mis peores pesadillas, me veo persiguiendo famosos por la terminal de un aeropuerto.

En el aeropuerto de Son Sant Joan, precisamente, aterricé unos días más tarde. Habría agradecido que alguno de vosotros hubiera estado por allí, pero había comprado la oferta hacía varios meses y no me había parado a pensar en la falta de coordinación. Me alojé de nuevo en mi comuna veraniega, que sigue igual pero en versión invierno. Las nuevas adquisiciones en el piso han sido un mallorquín de ascendencia escocesa que cree fervientemente en la astrología y dos francesas lesbianas que están de Erasmus en la UIB.

Volvería a Mallorca solo por vivir otra vez en una madriguera de frikis como esa.

En Palma me dediqué a salir. Un consejo, no queráis averiguar qué hay más allá de la primera absenta. Mi amigo Vito se sentía fuerte y me convenció de que pidiéramos una segunda. Y lo siento, pero el resultado de semejante temeridad es un secreto que prefiero llevarme a la tumba.

Pasé por Última Hora. Han renovado aquello. La redacción parece más amplia, menos sobrecargada. Pero los ordenadores siguen fieles a sus pantallas en blanco y verde. Que no se puede entrar en el siglo XXI así de sopetón. Fue curioso ver a la gente del verano; no sé, tuve como una sensación extraña, como si no hubiera sido capaz de imaginármelos haciendo lo mismo que hacían antes con jerseys de lana y bufandas. Había algo fuera de lugar, que no encajaba.

En fin, tengo un problema.

Sin solución de continuidad, a la vuelta de Mallorca me vi de nuevo inmerso en la dinámica universitaria. Vuelta a las clases, problemas con la matrícula, dificultades para elegir asignaturas... Los nervios a flor de piel. Así que decidí no deshacer la maleta y aprovechar para continuar de relax en mi casa. Para que mis padres vean que me acuerdo de ellos, que no hay necesidad de desheredarme.

Y la semana pasada empecé las prácticas de Derecho, un trámite en forma de asignatura especial. Me han destinado a la Audiencia Nacional. Hala, a escuchar peroratas de jueces y a ver juicios contra etarras. La verdad es que resulta muy interesante, porque nunca me habría imaginado que la dinámica de trabajo en un sitio así es la que es.

Y de momento nada más. Tenemos pendiente lo de Bilbao, y habría que empezar a moverlo cuanto antes, ¿no? Pero aquí parece que ninguno estamos libres de pecado, porque nadie tira la primera piedra. En fin, a ver si nos ponemos a ello, que yo no quiero sufrir la cólera de Silvia. No sé vosotros, pero a mí me ha acojonado su amenaza.

Espero que la vida os vaya de cine y que podamos vernos pronto. Un abrazo muy grande a todos.

Fran

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