Un paseo por la Palma de los años 60

Ya se ha acabado el fin de semana y a mí me ha sabido a poco. Cojo la agenda del móvil y empiezo a llamar a gente. Las fiestas han dejado a muchos hechos polvo. Al final convenzo a un amigo para dar una vuelta por Palma. Decidimos ir a la zona de Santa Catalina. Observamos que han abierto nuevos locales en la calle Fábrica.

* Comida italiana. Nos llama la atención el restaurante italiano Tanto Amore. Como sólo lleva unos 20 días abierto todavía le falta decoración. El propietario Luca Rubio pretende decorarlo con exposiciones de jóvenes artistas mallorquines y extranjeros para después ofrecer a los clientes la posibilidad de comprar las obras. El cocinero italiano hace las pizzas en un horno de leña que está de cara al público. Después de cenar no sabemos a dónde ir. Mi amigo me sugiere ir a un concierto de un grupo de Gipssi Jazz en la Lonja. Decidimos ir caminado por el Paseo Marítimo.

* Escuchamos el petardeo de un motor. Me imagino que procede de una máquina infernal, pero, para sorpresa de mi, el sonido es de un adorable PTV rojo. Un microcoche descapotable similar a un Biscúter. Sin embargo, este último no tiene marcha atrás. Su nombre se lo debe a sus creadores Perramón, Tachó y Vilanova. A finales de los años 50 produjeron una serie limitada,1.396 vehículos. No hicieron más porque después apareció el 600 que tenía más ventajas. Ahora no importaba añadir aceite a la gasolina. Antes cuando repostabas parecías un alquimista.

* Otra forma de pago. Nos acercamos al automóvil y su conductor resulta ser Mariano Rosselló Gayá, hijo del famoso urólogo mallorquín Mariano Rosselló Barbará. El joven nos cuenta la curiosa historia del vehículo: "Allá por el año 60, un hombre debía unos alquileres de unas tiendas de souvenirs a mi abuelo. El hombre se excusaba de no tener dinero, pero una vez mi abuelo lo vio con este coche y acordaron que se quedaba con éste hasta que se saldara la deuda". Rosselló Gayá nos cuenta que en Mallorca sólo existen dos BTV. El otro es amarillo y pertenece a un palmesano.

* Un paseo en un clásico. Se nos ha hecho tarde y el concierto ya ha empezado. Rosselló Gayá se ofrece a acompañarnos con el BTV. Entramos los tres muy justos, pero entramos. Subimos por Avenida Argentina, continuamos por Paseo Mallorca. Los viandantes se quedan mirando boquiabiertos. Le pregunto qué siente al ver la reacción de la gente. "Mi hermana y yo aprendimos a conducir con este coche y estoy acostumbrado", contesta entre risas. Bajamos por Jaime III. Parece que estamos en la Palma de los años 60. Seguimos por el Borne y entramos en las estrechas calles de la Lonja. Una turista nos saluda con un capotazo, una sonrisa y un "olé". Rosselló Gayá dice que "es un vehículo que despierta simpatía". Intentamos convencerle para que venga al concierto, pero se despide de nosotros contándonos que al día siguiente madruga.

* Stringtett Trío es el grupo alemán de Gipssi Swing que ha actuado estos días en el Jazz Voyeur, el antiguo Café Barceló. El contrabajo de Winfried Bückmann y las guitarras de Rainer Achterholt y Volker Wendland supieron crear un ambiente cálido y relajado entre los espectadores. Estos seguidores de Django Reinhardt se encuentran de gira en la isla. Mañana estarán en Can Picafort. ¿Quién sabe? Igual alargamos un poco más el fin de semana y nos acercamos.

(TEXTO: Juanjo Buendía - FOTO: Jaume Medinas)